DOMUS AUREA

Proyecto FONDART

Este texto fue estrenado como puesta en escena el 7 de noviembre de 2008 en el Salón Blanco del MNBA de Santiago de Chile, con la participación de:

Dramaturgia y Puesta en Escena : Raúl Miranda

Performers:

NN 1
Maite Lanchares 2
Antonia Zegers 3
Eduardo Paxeco 4
Iñigo Urrutia 5
Cristóbal Pizarro 0

Asistente Dirección : Cristóbal Pizarro

Música y Grafica : Onda Hal Foster

Audiovisuales : Ricardo Varas / Nicole Senerman

Iluminación : Esteban Sánchez

Fotografía: Américo Tapia

Construcción : Antonio Maldonado / Alfonso Gutiérrez

Modista : Marcela Muñoz

Asesoría Vocal : Ema Pinto

Asesoría Sicológica : Mariana Pargas

Producción : Carolina Cabezas

Temporada : Noviembre - Diciembre de 2008

Lugar : Salón Blanco, Museo Nacional de Bellas Artes. Santiago CHILE.

 

Cinco monólogos en formato de diálogo filosófico insípido, sobre la vida contemporánea.

Personajes:

1 Joven
2 Joven
3 Adulto Joven
4 Adulto Joven
5 Adulto joven
0 tecnico

Las edades y géneros del los performers que presenten la obra no importan. En nuestro presente, la adolescencia es un estado que comienza antes de los 10 años de edad y se perpetúa hasta pasados los cuarenta, y más. El género sexual es secundario. Sí es relevante el rol de poder al interior de la maquinaria social y como los articule la Dirección.

Los elementos que intervienen y conforman el espacio, dan la sensación de dispersión, son fragmentos que nos remiten a un hogar inexistente, a una deconstrucción biográfica de los afectos. El espacio es un display de objetos transables en la seductora lógica del mercado. Aquí no debe haber diferencia entre la exhibición de los productos, ya sea un automóvil, un personaje y su discurso, o un actor. Todo debe ser bello, frio e impersonal, con el brillo de una fotografía publicitaria. El horror del presente continuo y su hastió, se oculta en la transparencia del mal, en su escenificación permanente.

Una casa modular y translucida (pantalla tridimesional) preside el espacio, dentro de ella se proyectan con dos datashow, imágenes y secuencias del texto dramático como metarrelato. Las imágenes de la casa dialogan con una pantalla paralela de Videowall (nueve pantallas Lcd), la que está conectada a una cámara en circuito cerrado que llevara integrada a su cuerpo uno de los performers. Tres micrófonos de pedestal estarán delante del videowall y a un costado de la locación del Músico,quien está en una pequeña tarima con una mesa que le permite manipular con facilidad sus instrumentos.

Los performers están siempre a la vista del público.

El espacio no remite a nada en particular, es un estado, es la tridimensionalidad de un texto cínico y nihilista.

En esta imagen fragmentada, solo hay palabras.